Año con año, las multas que el INE interpone a partidos políticos son redirigidas al Conacyt. Justo en un momento en el que está a debate la manera en cómo se usan los recursos del Consejo, la información muestra que más de mil millones de pesos se han invertido en una de las áreas con más anomalías.
Ciudad de México, 4 de octubre (SinEmbargo).- Las malas prácticas de los partidos políticos en México tienen, paradójicamente, un fin noble: El financiamiento a la ciencia y la tecnología que, pese a los escándalos por el uso de dinero público del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, sirven para otorgar becas a miles de investigadores.
Por ley, las multas que impone el Instituto Nacional Electoral (INE) a los partidos políticos deben entregarse al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que en siete años, de 2014 a 2021, ha recibido en total 2 mil 587 millones 765 mil 281 pesos.
Esta cantidad representa el 10 por ciento del presupuesto total ejercido en 2020, que asciende a 25 mil 771 millones 295 mil 200 pesos.
No obstante, la información muestra que más de mil millones de pesos se han invertido en una de las áreas con más anomalías: la de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI). En este rubro, se han detectado pagos improcedentes a investigadores a los que se les había retirado el estímulo y a otros que estaban adscritos a instituciones que no tenían un convenio de colaboración con el Consejo, lo que era un claro incumplimiento de la normativa.
Otras inconsistencias son sobrepagos a becarios, “estímulos” económicos, y hasta pagos a trabajadores fallecidos.
Desde 2014, el 62 por ciento del dinero de las multas se destinó a pagos del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), es decir, mil 613 millones 302 mil 459 pesos. El resto del dinero fue entregado en cuatro fondos para “fortalecimientos” y solo el 0.3 por ciento fue destinado a Centros Públicos de Investigación.
De acuerdo con las solicitudes de información 1111200041721 y 2210000250121 hechas por SinEmbargo a ambas dependencias, el dinero obtenido de las multas, Conacyt lo destinó a seis áreas. La mayor parte se fue al SNI (se tiene registro de 33 mil 165 investigadores reconocidos en el Sistema) y al programa “Fronteras de Ciencia”, una convocatoria para “contribuir al cambio del entendimiento de conceptos científicos existentes y a generar nuevas agendas de conocimiento” a la que le fueron asignados 516 millones 209 mil 414 pesos.
El resto del dinero se fue a “Fortalecimiento sectorial de las capacidades científicas, tecnológicas y de innovación” (127 millones 635 mil pesos) y a “Becas de posgrado y apoyos a la calidad” (123 millones 634 mil pesos).
El rubro en donde menos dinero se asignó fue el de los Centros Públicos de Investigación coordinados por el Conacyt. Ese grupo está conformado por el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S.C. (CIBNOR), el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), el Instituto de Ecología, A.C. (INECOL) y el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C. (CIAD).
Recibieron 7 millones 954 mil 900 pesos en 2014 y de acuerdo con la información entregada, y no hubo otro año en que se le entregara dinero proveniente de las multas.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) alertó desde 2018 que el Conacyt, en el presupuesto que destinó a becas, priorizó a la iniciativa privada en lugar de instituciones públicas y también detectó diversas anomalías en los pagos a beneficiarios del SNI.
Ese mismo año, el Comité de Control y Desempeño Institucional del Consejo señaló que el padrón de beneficiarios del programa se incrementó en un 23.9 por ciento, al pasar de 23 mil 063 investigadores en 2011 a 28 mil 576 en 2018 pero “privilegiando a la iniciativa privada”, destacó la ASF.
En esa revisión se encontró que el Conacyt efectuó pagos improcedentes a investigadores a los que se les había retirado el estímulo y a otros que estaban adscritos a instituciones que no tenían un convenio de colaboración con el Consejo, lo que era un claro incumplimiento de la normativa. Las irregularidades ascendieron, ese año, a más de 307 millones de pesos.
Otras de las anomalías encontradas fueron sobrepagos a becarios, “estímulos” económicos, y hasta pagos a trabajadores fallecidos.
En específico del SNI, el Conacyt habría pagado más de 60 millones de pesos a investigadores y ayudantes fuera del Reglamento.
De acuerdo con la Cuenta Pública 2020, la mayor parte de las ampliaciones que tiene el presupuesto del Conacyt proviene de las multas. El año pasado hubo ampliaciones líquidas en el rubro Otros de Corriente del 11.3 por ciento, dinero proveniente de las sanciones económicas que aplicó el INE derivado del régimen disciplinario de los partidos políticos, conforme en lo dispuesto en el artículo 40 del Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación.
El dinero “en particular” se destinó al Programa Presupuestario “S191 Sistema Nacional de Investigadores”, se informó en la Cuenta Pública; dicho incremento presupuestario fue de 22 por ciento y en ese año se sumaron mil 104 investigadores.